Los factores predisponentes de la cistitis son todos aquellos elementos que sientan las bases para hacer más «fácil» la llegada de un episodio de cistitis.
Te doy una noticia, de hecho: la cistitis no viene por accidente.
¿Descubrimiento de agua caliente? Probablemente sí.
Pero, ¿estás seguro de que conoces todo lo que puede esconderse detrás de una cistitis (sobre todo una que no deja de reaparecer)? ¿Podría definir el grado de exposición al riesgo de desarrollar cistitis?
Amiga, detengámonos en lo que puede predisponer a tener cistitis y descubramos juntos lo que se puede trabajar y lo que, por desgracia, debe mantenerse como está.
Evidentemente, si ya lo sabes todo y necesitas información más detallada, pásate por aquí y habla conmigo directamente para aclarar tus dudas.
¿Para qué sirve conocer los factores predisponentes de la cistitis?
¿Sabes cuando te enfrentas a un viaje a un destino en el que nunca has estado?
Lo primero que hay que hacer es intentar averiguar la ruta exacta: la mejor y, quizás, la menos transitada.
¿Correcto?
Pues con los factores predisponentes de la cistitis pasa algo parecido: son ese mapa que te permite decidir el mejor camino para que todo vaya bien.
Conocerlos siempre es mejor que viajar sin saber realmente la dirección y si llegarás al punto final 😉
Estos son los 6 factores predisponentes de la cistitis que es importante conocer:
1 – Factores intestinales
El intestino es siempre un gran protagonista cuando se trata de la salud.
El intestino está habitado por un conjunto de microorganismos (la llamada microbiota) que trabajan para nosotros: nos ayudan a digerir los alimentos, producen vitaminas del grupo B (esenciales para nuestra salud), tienen enzimas que nos permiten producir y metabolizar hormonas y mucho más.
En el momento en que hay una alteración en la salud de los intestinos, puede ocurrir:
2 – Factores vaginales y hormonales
La vagina es nuestra primera barrera de defensa contra los invitados no deseados del exterior.
Las bacterias y otros patógenos de la zona genital que intentan colonizar nuestra vagina son normalmente frustrados por las defensas del entorno vaginal(lactobacilos) y el pH ácido.
¿Adivina qué pasa si se rompe el equilibrio de nuestras defensas?
¿Y qué ocurre si, por alguna razón, nuestro pH vaginal no es el adecuado para defendernos de los patógenos?
O de nuevo, ¿adivina qué puede pasar si estamos en pleno proceso de infección vaginal?
Pues sí, esta primera barrera defensiva se debilita, haciéndonos más vulnerables al paso de las bacterias a la vejiga.
Los cambios en el pH y en el equilibrio de la flora bacteriana vaginal también se producen debido a las hormonas: cuando nos enfrentamos a cambios particulares, como la menopausia, que conllevan una reducción drástica del nivel de hormonas (especialmente de estrógenos) nos volvemos más susceptibles al desarrollo de episodios de cistitis.
3 – Factores microbianos y biofilm patógeno
Bio… ¿qué?
No te preocupes, ¡intentaré que sea claro y sencillo!
Piense en un montón de bacterias reunidas en una superficie y cubiertas por una película que las protege.
Esa película es un biofilm patógeno.
¿Qué hay de malo en eso?
El biofilm patógeno es la causa del 80% de las infecciones bacterianas que se desarrollan en nuestro organismo.
Tanto la pared de la vejiga como la de la vagina pueden ser el caldo de cultivo para el desarrollo de biofilms patógenos: unas pocas bacterias pueden multiplicarse y autoproducir el biofilm. La biopelícula crece con el tiempo y la población bacteriana en su interior se hace cada vez más fuerte.
Así pues, en la capa más profunda de la biopelícula se encuentran algunas células denominadas«casi latentes«. Estas células intercambian trozos de ADN que contienen información útil para resistir la acción de los antibióticos (razón por la cual los antibióticos pueden dejar de ser efectivos al tomarlos).
El biofilm patógeno puede provocar una infección en los órganos del huésped (como la vejiga) de forma lenta, con síntomas leves pero persistentes o crónicos.
Un gran problema de la biopelícula es que mientras todas las bacterias estén protegidas en su interior, el cultivo de orina podría detectar una ausencia de bacterias, a pesar de sentir claros síntomas de cistitis.
La biopelícula, además, alberga más tipos de bacterias: ¿alguna vez te has recuperado de una cistitis causada por una bacteria y has vuelto a tenerla poco después por una bacteria diferente? ¡Eso explica el porqué!
4 – Suelo pélvico contraído
El suelo pélvico es el conjunto de músculos que rodean la zona pélvica.
Puede ocurrir que estos músculos presenten una contracción.
La contracción puede causar:
Esta contracción es el principal factor predisponente de la cistitis, que se produce entre 24 y 48 horas después de las relaciones sexuales.
5 – Alimentación inadecuada
Una dieta con exceso de azúcar triplica la posibilidad de desarrollar cistitis recurrentes (e incluso vaginitis), sobre todo si se conoce la diabetes.
6 – Anatomía femenina
Lo habrás oído muchas veces: en las mujeres la proximidad entre el ano y la uretra (el conducto por el que sale la orina) y el hecho de que la uretra sea corta (3-5 cm) son los factores predisponentes «por excelencia» de la cistitis.
La parte que más nos interesa: ¿cómo mantener a raya estos factores predisponentes y dificultar la cistitis?
He aquí 5 reglas a tener en cuenta:
No te vuelvas loco: ¡no necesariamente tienes que prestar atención a cada pequeño detalle o que todos los factores predisponentes de la cistitis estén presentes en tu caso particular!
Si quieres entender mejor qué factores pueden ser un elemento de peligro en TU caso, cuéntame más sobre tu experiencia con la cistitis 😊
Te abrazo,