Mi querido amigo,
Si has decidido abrir este artículo, es probable que quieras saber más sobre la vulvodinia y si, efectivamente, existe una correlación entre este dolor crónico y la cistitis.
Así que arrojemos un poco de luz juntos, hablando de un trastorno que sufren tantas mujeres hoy en día y del que aún no se habla lo suficiente. ❤
La vulvodinia es un dolor crónico en la vulva, la vagina o los genitales que afecta al 16% de las mujeres.
Sabemos que el dolor vulvar y vaginal son síntomas comunes de diversas enfermedades, incluidas las infecciones y los trastornos cutáneos. Sin embargo, la vulvodinia es diferente: hablamos de un dolor constante que puede durar incluso meses.
Pero el verdadero «fastidio» es que no es un síntoma evidente de una afección específica, y el dolor puede ser tan intenso que nos impida realizar las actividades que más nos gustan.
Sí, todo un incordio. 🥺
Debes saber que existen dos tipos de vulvodinia y que se clasifican en función de dónde se origina el dolor:
En la actualidad, se desconocen las verdaderas causas de la vulvodinia, pero las investigaciones han identificado algunos posibles factores desencadenantes como:
En general, cualquier ginecólogo puede observar este problema generalizado, pero a menudo permanece sin diagnosticar durante años. La falta de estudios científicos y la tendencia a infravalorar la vulvodinia generan tanto malestar en las mujeres que la padecen, a las que a menudo se les dice que son «hipocondríacas», llegando incluso a atribuir sus síntomas a otras patologías.
Y aquí llegamos a nosotros: hablemos ahora de la relación entre la vulvodinia y la cistitis.
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El principal síntoma de la vulvodinia es el dolor persistente en la vulva y la vagina y a su alrededor. Este dolor constante, punzante y palpitante puede desencadenarse por estimulación, por ejemplo durante las relaciones sexuales o la inserción de tampones.
El dolor durante las relaciones sexuales es una de las razones por las que se tiende a descartar cualquier otro síntoma y diagnosticar una cistitis postcoital.
No es sorprendente que algunos síntomas de la vulvodinia se solapen con los de una ITU (infección del tracto urinario) típica, como ardor vaginal , presión vaginal, frecuencia y urgencia miccional.
Pero la cosa no acaba ahí.
Algunas mujeres pueden sufrir otros trastornos, como cistitis intersticial (que un estudio reciente comparó con la vulvodinia, encontrando muchas similitudes), vaginismo, síndrome del intestino irritable y dolor menstrual intenso.
Es bien sabido que, si no se diagnostica, la vulvodinia puede causar graves daños a quienes la padecen, llegando incluso a
Este silencio también puede hacer que muchas mujeres se sientan aún más solas, llevándolas a creer que «todo está en su cabeza» y que no hay nada de qué preocuparse.
Y precisamente por eso es importante hablar de ello porque, recuerda, nunca estás solo. ❤️
El médico tratante -pero también el ginecólogo, el urólogo, el obstetra o el fisioterapeuta especializado en rehabilitación del suelo pélvico- diagnosticará la vulvodinia descartando otras afecciones que puedan causar el dolor.
En este caso, el especialista preguntará por los antecedentes médicos, sexuales y quirúrgicos, pero también por los síntomas, incluyendo dónde se siente el dolor, la sensación de quemazón, cuándo duele la vulva y su intensidad.
Los exámenes y procedimientos utilizados para diagnosticar la vulvodinia pueden incluir:
En raras ocasiones, el médico puede solicitar una colposcopia o una biopsia de la vulva para descartar afecciones no relacionadas con la vulvodinia que pudieran causar el dolor.
Espero que este artículo le haya ayudado. Recuerda, si tienes alguna pregunta, aquí estoy. 🥰
Te abrazo fuertemente,
Lorenza
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