Amigo, no sabes la cantidad de mujeres que no tienen ni idea de lo que es, sin embargo, en las interminables conversaciones que se generan en nuestras redes sociales, es ya un tema habitual.
El suelo pélvico, a menudo desconocido para muchos, es un conjunto de músculos situados entre los huesos de la pelvis o en la cavidad pélvica (en correspondencia con los huesos que componen, de hecho, la pelvis).
Hablemos de ello.
Permítemeque te explique mejor para qué sirve el suelo pélvico y por qué merece que le prestes atención (voy a enumerar algunas señales de alarma en las que podrías reconocerte).
Empecemos por su función.
Imagina una cuna: los músculos del suelo pélvico se desarrollan desde el pubis hasta el cóccix (el último hueso de la parte inferior de la columna vertebral) y actúan así como soporte de los órganos pélvicos (vejiga, útero, vagina, ano y recto).
Hablo de soporte porque sin el suelo pélvico seríamos completamente incontinentes y todos los órganos pélvicos se relajarían tanto que se saldrían de la cavidad en la que están contenidos.
En resumen: ¡un desastre total!
La parte más profunda del suelo pélvico, que sostiene la vejiga, el útero y el recto, es la parte más importante del bienestar de la mujer.
Sus músculos, de hecho, trabajan muy duro para asegurar eso:
A lo largo de lavida de una mujer, puede haber acontecimientos que contribuyan a alterar la función del suelo pélvico.
Los traumatismos directos o indirectos, la cirugía, el embarazo, el parto, la menopausia o un estado continuo de tensión pueden modificar el estado normal del suelo pélvico.
Dependiendo de la causa, los músculos del suelo pélvico pueden contraerse en exceso(sobretono) o relajarse en exceso(hipotonía). Cualquiera de estas condiciones se denomina disfunción del suelo pélvico.
La disfunción del suelo pélvico puede diagnosticarse tras una cuidadosa evaluación por parte de un fisioterapeuta o una matrona especializados en la rehabilitación del suelo pélvico.
¡ALTO!
Amenudo me oigo decir «no, pero no siento nada malo» o «no creo que sea mi caso».
Amigo, no podemos dejarnos llevar por el instinto: la disfunción del suelo pélvico es un asunto serio y REALMENTE necesita el apoyo de un especialista.
Un suelo pélvico demasiado relajado genera dos grandes fenómenos: el prolapso y la incontinencia.
Desde el punto de vista ginecológico, el útero, la vejiga y el recto podrían «moverse» de su sitio, simplemente porque no están adecuadamente sujetos por los músculos del suelo pélvico.
Para no ser menos, nuestra capacidad de llegar al orgasmo durante el coito también puede verse alterada por la disminución de la sensibilidad.
Desde el punto de vista del tracto urinario, la hipotonía del suelo pélvico provoca incontinencia:
La incontinencia y el prolapso pueden, en los casos más desafortunados, afectar también a la zona rectal.
¿Qué hacer antes de que la hipotonía le arruine la vida?
Con la ayuda del especialista se trabajará en el fortalecimiento de los músculos mediante los llamados ejercicios de Kegel, que consisten en una serie de contracciones musculares dirigidas.
Advertencia: ¡nunca empieces solo!
Cuando hay hipertensión del suelo pélvico, provocada por la hiperactividad muscular, puede producirse:
La hipertonía del suelo pélvico no conlleva necesariamente un dolor constante.
El dolor, de hecho, puede aparecer incluso años después del origen de la contractura, con el inicio de la actividad sexual regular, o con la llegada de la menopausia. El dolor puede afectar a la zona vaginal, a la zona rectal y/o a la zona suprapúbica.
En general, los síntomas que pueden ser una señal de alarma son:
La rehabilitación de un suelo pélvico contraído se produce a través de:
¿Hay algo a lo que tú misma puedas prestar atención, una vez diagnosticada la contractura del suelo pélvico?
Absolutamente sí.
1) SENTARSE CORRECTAMENTE
Al sentarse, es bueno evitar adoptar una posición incorrecta, presionar el coxis o sentarse en la punta de la silla, y cruzar las piernas.
Intentamantenerte erguido, pon los pies en el suelo y alterna momentos de asiento con momentos de movimiento (incluso un simple paseo puede marcar la diferencia).
2) ELIGE BIEN TU ACTIVIDAD FÍSICA
Evite correr, montar en bicicleta y realizar actividades físicas que provoquen el fortalecimiento de los músculos (es decir, aquellas disciplinas que le obliguen a contraer los músculos).
3) AYÚDATE DE LA ROPA ADECUADA
Elimina la ropa que te aprieta y prefiere la ropa holgada. Por la noche deshazte de la ropa en la medida de lo posible.
4) SI SUFRES DE CISTITIS POST-RELACIÓN
Utiliza un buen gel lubricante durante el coito para facilitar la penetración. Entonces, sigue todas las pautas para dificultar la aparición de cistitis después de cada relación sexual.
Quiero ser aburrido, pero útil.
Para concluir este breve viaje al mundo del suelo pélvico, quiero enumerar todas las razones por las que, si te has reconocido en alguno de los ejemplos que he mencionado, sería bueno que contaras con una persona competente para hacer una evaluación inicial de tu suelo pélvico.
Con el apoyo de profesionales aprenderás:
Creo que lo he dicho todo, pero si tienes más preguntas, yo y las otras chicas de Dimann estamos disponibles para responderlas.
Un abrazo,