El término cistitis no bacteriana, o abacteriana, se refiere a una serie de signos y síntomas similares a los de la cistitis bacteriana pero en ausencia de bacterias en la orina. Además de estas manifestaciones, la cistitis abacteriana incluye una variedad de cambios inflamatorios, particularmente en la mucosa y submuscosa de la vejiga.
En otras palabras…
El cultivo de orina es negativo, pero sigue experimentando los síntomas típicos de la cistitis (dolor al orinar, urgencia y aumento de la frecuencia de la micción, peso de la vejiga).
Es importante señalar que investigaciones recientes sugieren que, incluso si el urocultivo es negativo, otras pruebas como el análisis del ADN urinario pueden revelar la presencia de patógenos no convencionales, como virus u hongos, que pueden causar síntomas similares.
Tal vez, te han recetado antibióticos pero no funcionan (en breve te explicaré por qué), así que sigues viviendo con el dolor y el ardor al orinar, te cuesta aguantar y escenificas una carrera interminable hacia el baño. (¿Tienes ganas de buscar una salida ahora mismo? Escríbeme y hablemos de ello).
Amigo, hay dos soluciones posibles:
Pero, antes de entender más sobre lo que es específicamente la cistitis abacteriana, quiero hacer una aclaración.
Para un diagnóstico correcto, es importante que se realicen cultivos de orina y análisis de orina antes de tomar cualquier antibiótico. El antibiótico, de hecho, tiene la función de matar a las bacterias patógenas (por eso, como anticipé, no tiene eficacia en una cistitis abacteriana).
Ni que decirtiene que un urocultivo realizado durante o al final de la terapia antibiótica puede darnos resultados que no reflejen el cuadro de la situación inicial, haciéndonos concluir erróneamente que estamos ante una cistitis abacteriana.
Si necesitas realizar un cultivo de orina después de la terapia con antibióticos, te recomiendo que cuentes con 10 días desde el final de la última dosis para que estés seguro de obtener resultados veraces.
Bien, hemos dicho que en caso de cistitis sin bacterias el cultivo de orina es negativo: no se detecta, es decir, la presencia de ninguna bacteria en la orina. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que la cistitis bacteriana también puede ser un síntoma de afecciones sistémicas más amplias, como las enfermedades autoinmunes, que requieren un enfoque diagnóstico y terapéutico más complejo.
Entonces, ¿cómo diablos se diagnostica?
Pasemosa leer otros valores del análisis de orina: los leucocitos, que son los glóbulos blancos.
La presencia de leucocitos en la orina en cantidades superiores a las consideradas «normales», de hecho, señala la presencia de una inflamación y, como sabemos, la cistitis es una inflamación de la vejiga.
Lo cierto es que la inflamación de la vejiga también puede deberse a causas NO bacterianas (y la lista de estas causas no es corta).
Las causas de la cistitis abacteriana, por tanto, son atribuibles a todos aquellos factores que, al irritar las paredes internas de la vejiga, generan una respuesta inmunitaria.
Uno de los primeros mecanismos de defensa puestos en marcha por las defensas inmunitarias de la vejiga es, precisamente, un proceso inflamatorio. La inflamación, de hecho, da lugar a toda una serie de síntomas que actúan como señales de alarma y nos empujan a actuar, a entender lo que está mal y a buscar una solución.
Según mi experiencia, es posible distinguir las causas de la cistitis sin bacterias en función de si la irritación es generada por factores/características de nuestro cuerpo o por estímulos externos.
Hay factores que, por su naturaleza, no pueden dejar de ser irritantes cuando entran en contacto con la mucosa interna de la vejiga(urotelio):
La cistitis abacteriana también puede producirse como resultado directo de otras afecciones como:
La cistitis abacteriana, como se ha anticipado, también está causada por tensiones/factores externos:
Amigo, pensemos en esto: si la cistitis abacteriana no depende de las bacterias, ¿existen otros gérmenes que puedan, de la misma manera, molestar nuestra vejiga?
La respuesta es sí.
Algunos casos de cistitis no bacteriana están causados por virus (virus del herpes simple tipo 1 o 2, poliomavirus, citomegalovirus y adenovirus), Clamydia (Chlamydia trachomatis) o infecciones por cándida. La investigación ha confirmado que el diagnóstico de estas infecciones requiere pruebas específicas y que el tratamiento debe dirigirse al patógeno concreto, lo que subraya la importancia de un enfoque diagnóstico integral.
La presencia de estos microorganismos no se detecta mediante un cultivo de orina, sino a través de otro tipo de pruebas específicas.
El gran (y desafortunado) protagonista de la cistitis abacteriana es la vejiga.
Para tratar la cistitis abacteriana hay que identificar, en primer lugar, la causa concreta que ha irritado la vejiga.
No, no tienes que hacerlo tú mismo ni adivinar entre las muchas causas que he enumerado.
Sin autodiagnóstico, eso sí 😊.
Recientemente, la atención se ha desplazado hacia tratamientos que no se limitan a tratar los síntomas, sino que tratan de restablecer el equilibrio de la flora urogenital y reforzar las defensas naturales de la vejiga. Por ejemplo, el uso de probióticos específicos del tracto urinario se perfila como un enfoque prometedor para prevenir las recidivas de la cistitis abacteriana.
Puede parecer trivial, pero sólo confiando en su médico y realizando las pruebas adecuadas podrá identificar la causa y tomar medidas para detenerla.
Una vezcomprendida la causa, el tratamiento de la cistitis no bacteriana tendrá dos objetivos principales:
Además de los tratamientos tradicionales, la investigación ha demostrado la eficacia de terapias complementarias como la fisioterapia pélvica, que puede ayudar a relajar los músculos del suelo pélvico y reducir la presión sobre la vejiga, a menudo una causa subyacente de la cistitis abacteriana.
Precisamente en relación con estos dos puntos, Dimann ha desarrollado un kit específico para superar la fase aguda de la cistitis abacteriana y otro para dificultar su reaparición.
Dimann Daily, contenido en ambos kits, contiene glicosaminoglicanos (ácido hialurónico, condroitina y glucosamina) que también están presentes de forma natural en nuestra vejiga.
Los glicosaminoglicanos son fundamentales para la reparación de la pared de la vejiga y la reducción eficaz de los molestos síntomas de la cistitis abacteriana.
Otros ingredientes reducen la inflamación y favorecen la relajación de la pared de la vejiga.
Sin embargo, ¿sabía que es fundamental personalizar su propio curso de acción contra la cistitis?
¿Quiere asegurarse de que estos kits son adecuados para usted? Permítame darle un consejo más específico basado en SU HISTORIA.
Estaré esperando,