No sufro de cistitis, pero a menudo me acompañaba un ardor y una picazón en el exterior de la vagina que me obligaba a correr al baño tanto para encontrar un momento de alivio como para escapar de la vergüenza.
Me encanta llevar vaqueros ajustados, y como viajo mucho, suelo utilizar limpiadores íntimos que encuentro por ahí, incluso de muy baja calidad.
Así que necesitaba una crema para aplicar todos los días que redujera esas molestias, me protegiera de las infecciones y de mis hábitos no tan positivos.
Por ello, decidí comprar la crema calmante e hidratante Dimann Candida.
Lo uso varias veces al día porque me da esa agradable sensación de bienestar y protección… es el producto que junto a la barra de labios nunca falta en mi bolso!
Además, estoy siguiendo los consejos que he leído en los artículos de la Revista: bebo más agua de lo habitual y tengo mucho más cuidado con mi higiene íntima.
¡Estoy muy contento!